Conocemos el Marina Bay Circuit
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Como en Mónaco, las calles céntricas de Singapur se convierten a esta altura del año en escenario de una nueva fecha de la F1 (la 14º de Mundial 2014), pero con la espectacularidad de una competencia nocturna. Por Sergio Núñez @F1SergioNez
Alumbrado con 1.500 potentes focos, el Marina Bay Street Circuit es sede desde 2008 del nocturno Gran Premio de Singapur. Una competencia singular no sólo por correrse enteramente bajo luz artificial (lo que ofrece espectaculares imágenes) sino porque debe controlarse la influencia del descenso en la temperatura del asfalto en los neumáticos a lo largo de la carrera. Además, como en Mónaco, esquivar los muros del trazado es un gran reto para los pilotos.
Otro de sus desafíos es la humedad reinante en la zona, igual que en Malasia, pero al ser escenario de una fecha nocturna, las temperaturas ecuatoriales se hacen más llevaderas. Así y todo, los volantes pierden varios kilos durante la carrera, que suele ser la más larga del calendario por llegar casi a las dos horas.
El Marina Bay tiene cuatro tramos rápidos, siete curvas lentas -sobre un total de 23, nueve a la derecha y 14 a la izquierda- y se gira en sentido contrario a las agujas del reloj; pero a pesar de ser un trazado urbano e intrincado, se alcanzan velocidades máximas que superan los 290 kilómetros por hora. Básicamente, en Esplanade Drive y Raffles Boulevard.
Para facilitar los adelantamientos, habrá dos zonas de activación del alerón trasero móvil (DRS). La primera estará justamente en el rectilíneo del bulevar Raffles, que va de la curva 5 a la 7, con punto de detección tras la cuarta curva y de activación a la salida de la quinta. Mientras que la segunda abarcará toda la recta principal, con punto de detección antes de la 22 y de activación a partir de la 23.
Los autos necesitan de una carga aerodinámica alta, y para este año, Pirelli eligió sus neumáticos blandos y súper blandos (un nivel más blando que en 2013), por su rápido calentamiento y elevado nivel de agarre. Aún así, la alta probabilidad de safety car permite cierta flexibilidad a la hora de plantear las estrategias.
La temporada anterior, por razones de seguridad, la pista sufrió sus primeros cambios en las chicanas Singapore Sling -las curvas 10, 10ª y 10b, estrechas, con peligrosos bordillos y nula escapatoria-, convirtiéndose en una única variante hacia la izquierda de media-alta velocidad que desemboca en las curvas 11 y 12. Eso modificó levemente su extensión a 5.065 metros, que recorridos 61 veces totalizan 308,828 kilómetros.
Por ese motivo, todas las marcas a batir corresponden a 2013, cuando Sebastian Vettel arrasó con todo, pero con un motor V10 de tres litros. El alemán de Red Bull-Renault hizo la pole en 1m 42s 841/1000, ganó la carrera en 1h 59m 13s 132/100 y marcó el récord de vuelta en 1m 48s 574/1000.
Alumbrado con 1.500 potentes focos, el Marina Bay Street Circuit es sede desde 2008 del nocturno Gran Premio de Singapur. Una competencia singular no sólo por correrse enteramente bajo luz artificial (lo que ofrece espectaculares imágenes) sino porque debe controlarse la influencia del descenso en la temperatura del asfalto en los neumáticos a lo largo de la carrera. Además, como en Mónaco, esquivar los muros del trazado es un gran reto para los pilotos.
Otro de sus desafíos es la humedad reinante en la zona, igual que en Malasia, pero al ser escenario de una fecha nocturna, las temperaturas ecuatoriales se hacen más llevaderas. Así y todo, los volantes pierden varios kilos durante la carrera, que suele ser la más larga del calendario por llegar casi a las dos horas.
El Marina Bay tiene cuatro tramos rápidos, siete curvas lentas -sobre un total de 23, nueve a la derecha y 14 a la izquierda- y se gira en sentido contrario a las agujas del reloj; pero a pesar de ser un trazado urbano e intrincado, se alcanzan velocidades máximas que superan los 290 kilómetros por hora. Básicamente, en Esplanade Drive y Raffles Boulevard.
Para facilitar los adelantamientos, habrá dos zonas de activación del alerón trasero móvil (DRS). La primera estará justamente en el rectilíneo del bulevar Raffles, que va de la curva 5 a la 7, con punto de detección tras la cuarta curva y de activación a la salida de la quinta. Mientras que la segunda abarcará toda la recta principal, con punto de detección antes de la 22 y de activación a partir de la 23.
Los autos necesitan de una carga aerodinámica alta, y para este año, Pirelli eligió sus neumáticos blandos y súper blandos (un nivel más blando que en 2013), por su rápido calentamiento y elevado nivel de agarre. Aún así, la alta probabilidad de safety car permite cierta flexibilidad a la hora de plantear las estrategias.
La temporada anterior, por razones de seguridad, la pista sufrió sus primeros cambios en las chicanas Singapore Sling -las curvas 10, 10ª y 10b, estrechas, con peligrosos bordillos y nula escapatoria-, convirtiéndose en una única variante hacia la izquierda de media-alta velocidad que desemboca en las curvas 11 y 12. Eso modificó levemente su extensión a 5.065 metros, que recorridos 61 veces totalizan 308,828 kilómetros.
Por ese motivo, todas las marcas a batir corresponden a 2013, cuando Sebastian Vettel arrasó con todo, pero con un motor V10 de tres litros. El alemán de Red Bull-Renault hizo la pole en 1m 42s 841/1000, ganó la carrera en 1h 59m 13s 132/100 y marcó el récord de vuelta en 1m 48s 574/1000.