El Circuito de las Américas

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Casa del Gran Premio de Estados Unidos desde 2012, el joven trazado tejano tiene el sello de Hermann Tilke, pero con partes que remiten a otras pistas como Silverstone, Suzuka y Hockenheim. Por Sergio Núñez @F1SergioNez


Construido entre 2011 y 2012 para el retorno de Estados Unidos al Mundial de la F1 de esa última temporada tras cinco años de ausencia en el calendario, el Circuito de las Américas, situado al sureste de Austin, la capital de Texas, tiene la impronta de Hermann Tilke, aunque con algunas novedades respecto de otras pistas de última generación diseñadas por el controvertido arquitecto alemán.

La recta de salida es más bien corta y desemboca en un vértice cerrado en acentuada subida. Más allá, hay otra recta pero larga, que también concluye en un vértice típicamente Tilke con el fin de favorecer los adelantamientos en frenadas tras sectores veloces sin curvas pronunciadas; y entre ambos rectilíneos existe una zona de “eses” rápidas que remite a las famosas Becketts y Maggots de Silverstone y a las “eses” de Suzuka, lo que pone a prueba la capacidad de los autos para cambiar de dirección a alta velocidad.

A la segunda recta le sigue una sucesión de variantes lentas que también recuerdan a otros trazados. Por ejemplo, las curvas que van de la 12 a la 15, que tiene cierto parecido con el Motodrom del Hockenheimring, mientras que las 16-18 evocan a la ocho del Istanbul Park -ahora fuera del Mundial-, pero con una velocidad de entrada inferior.

Otra curiosidad en un dibujo diseñado por Tilke son los grandes cambios de altura, aprovechando la topografía del terreno para incluir desniveles de hasta 40 metros, como la llegada a la primera variante, como ya quedó dicho, en acentuada cuesta arriba. Además, la pista se caracteriza por el relativo peralte que presentan algunas de sus 20 curvas (11 a la izquierda y 9 a la derecha).

En total son 5.513 metros, que recorridos 56 veces en sentido contrario a las agujas del reloj, completan 308,405 kilómetros.

Con capacidad para más de 100 mil espectadores, el Circuito de las Américas tiene por lo tanto un poco de todo, requiriendo una carga aerodinámica media/alta y de neumáticos blandos (franja amarilla) y medios (franja blanca).

En él se va con el acelerador a fondo durante el 63% de la vuelta, llegándose en la qualy del año pasado a una velocidad máxima de 336,9 kilómetros por hora, en tanto que el frenado equivale al 14% del giro.

Dos son las zonas para el uso del DRS, el alerón trasero móvil que propicia los sobrepasos, de posibilidades moderadas en el trazado de Austin. El primer punto de detección estará 150 metros después de la curva 10, cuya activación será 320 m después de la 11, mientras que la segunda
zona, incorporada en 2013, comenzará 80 metros tras la variante 20, justo antes de la recta de meta. Su punto de detección estará a 65 m más allá de la curva 18.

Todas las marcas a batir corresponden a 2012, con motores V8 atmosféricos de 2,4 litros. Ese año, la pole fue para Sebastian Vettel (Red Bull-Renault) en 1m 35s 657/1000, la carrera para Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes), en 1h 35m 55s 269/1000, y el récord de vuelta también para Vettel, en 1m 39s 347/1000.

Ya con los V6 turbo de 1.600 centímetros cúbicos, en 2014 la qualy quedó en manos de Hamilton (Mercedes), con 1m 36s 067/1000, al igual que la victoria, en 1h 40m 04s 785/1000. En cambio, el mejor giro en carrera fue para Vettel (Red Bull-Renault), con 1m 41s 379/1000.


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