El mítico trazado alemán presenta serios problemas financieros, y una de las posibilidades a corto plazo era la pérdida del Gran Premio de Alemania de la próxima temporada. Pero como se esperaba, el gobierno local decidió lanzar un plan para ayudar a Nürburgring y evitar mayores inconvenientes.

Sin ayudas, todo parecía llevar a la bancarrota del circuito, y por ende su salida del calendario de la máxima categoría. El gobierno alemán ha aprobado una ayuda de 254 millones de euros como garantía de un préstamo de 330 millones de euros para las mejoras del circuito. Aunque la pista todavía no está completamente exenta de deudas, la intervención del gobierno local debería aliviar su situación financiera.

El jefe de Nürburgring Jorg Linder dijo en las últimas horas al Frankfurter Allgemeine Zeitung: "Soy muy optimista y creo que la Fórmula 1 estará aquí el año que viene".

Por su parte, Bernie Ecclestone ya había declarado que iba a hacer todo lo posible por mantener al Gran Premio de Alemania en el calendario. "Quiero que sea en Hockenheim y en Nürburgring, sino trataremos que Hockenheim permanezca", sentenció el CEO de la Fórmula 1.