Barcelona, vanguardista y turística como pocas

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Casa de la 5º fecha del Mundial 2015 de F1 y primera del periplo europeo, la mediterránea capital catalana tiene una vasta relación con la “máxima”. Además de un notable acervo artístico e intelectual y millones de visitantes de todas partes. Por Sergio Núñez @F1SergioNez

Este año, el Gran Premio de España de F1 cumplirá 25 años consecutivos en el circuito de Montmeló, un pequeño municipio con algo más de nueve mil habitantes situado a unos 20 kilómetros al noroeste de la ciudad de Barcelona, en la comunidad autónoma de Cataluña.

La relación de los barceloneses con la “máxima”, sin embargo, data de bastante antes. En concreto, desde 1951, cuando el país ibérico ingreso formalmente al calendario de la categoría con el trazado callejero de Pedralbes, también sede del GP de 1954. El vínculo continuó en los años ‘60/’70 en Montjuïc, otro dibujo urbano que dejó de utilizarse en 1975 por un grave accidente que dejó malherido al piloto alemán Rolf Stommelen y le costó la vida a cinco personas.

Si bien en Montmeló se destaca la iglesia neoclásica de San María y las ruinas del asentamiento romano de Can Tacó, el principal atractivo de la región es la mismísima Barcelona, capital de la provincia homónima, de la comunidad catalana y la segunda urbe española en población después de Madrid. El área metropolitana tiene 1,7 millones de habitantes, e incluyendo la zona urbana supera los cinco millones. Barcelona es además el centro más importante del país en cuanto a industrias, comercio, movimiento artístico e intelectual y turismo. Tanto que es la cuarta ciudad más visitada de Europa por los 30 millones de personas que recibe al año.

Con los Pirineos como escenario de fondo, bañada por el Mar Mediterráneo y próxima a la frontera con Francia, Barcelona (se desconoce el origen de su nombre) es una bella y cosmopolita cuidad de origen romano que acrecentó aún más su fama mundial por ser sede de los Juegos Olímpicos de 1992. También se la considera la meca de los mejores arquitectos del mundo. Muchos de ellos encontraron su inspiración en el modernista Antoni Gaudí, cuyo legado se puede observar en los principales edificios de la metrópoli.

Su obra maestra es la inacabada catedral de la Sagrada Familia, pero su impronta también se puede apreciar en lugares como el Parque Güell, con sus excelentes vistas, y en las farolas y fuentes de la Plaça Reial. Por suerte, la explosión de nuevas construcciones no ensombreció la belleza de los antiguos edificios, por lo que es habitual ver un bloque de oficinas de cristal y acero al lado de una catedral gótica o un monumento romántico.

Otro de sus sitios emblemático es La Rambla, un paseo peatonal con artistas callejeros, mercados de productos típicos y bares con gran variedad de tapas, donde también sobresale El Liceo, el teatro activo más antiguo y prestigioso de Barcelona, especialmente como teatro de ópera. En el medieval barrio Gótico se encuentra la Catedral -el templo más importante de la ciudad-, el Museo de Historia de Barcelona y el Museo Dalí Escultor. En el antiguo y pintoresco puerto se puede visitar el Aquarium y dar un paseo en las barcas Golondrinas. Mientras que en el barrio de La Ribera está el modernista Palacio de la Música Catalana y el Museo Picasso, que reúne la colección más importante y exhaustiva de las obras de juventud y formación de Pablo Picasso.
La lista de atractivos es interminable, aunque sería injusto no mencionar a las dos principales colinas de la ciudad convertidas en miradores: Tibidabo, con su
parque de atracciones y el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón, y Montjuïc, donde están el castillo de igual nombre, el Museo Nacional de Arte de Cataluña -con esculturas, pinturas y objetos de la época románica y gótica- y la fundación Joan Miró, con una muestra permanente de las obras del artista surrealista.

Para los aficionados al fútbol, un sitio ineludible es el estadio Nou Camp, del club “Barça”, que además cuenta con un importante museo temático. Pero si se quiere disfrutar del sol, está la espléndida Costa Brava, unos 4,2 kilómetros de playas donde sobresale la Barceloneta, con una temperatura que no baja de los 20 grados en esta época del año.

La movida alternativa nocturna se reparte entre el barrio de Gracia, en la parte alta de la ciudad, el barrio del Pueblo Nuevo, en la antigua zona industrial, y el Gótico. En tanto que el público más selecto opta por Sant Gervasi y Tibidabo. Barcelona tiene también una importante movida gay, que se concentra en El Ensanche, una zona con muchos bares, discotecas y restaurantes.


La cocina local se basa en frutos de mar y pescado frescos -especialmente el bacalao-, cerdo en todas sus formas, legumbres, verduras y hortalizas. Repostería artesanal y vinos espumosos completan un somero acercamiento a su cultura gastronómica.


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