Monza: el más rápido de la F1

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También conocido como “el templo de la velocidad”, el circuito monzesi es además el tercer dibujo permanente del mundo y el que más veces recibió a la “Máxima”. Por Sergio Núñez @F1SergioNez


El Autódromo Internazionale di Monza, construido e inaugurado en 1922, renunció a ser sede del Gran Premio de Italia sólo cinco veces, y únicamente una desde la instauración del Mundial de F1: en 1921 (cuando la carrera se celebró en Brescia), 1937 (Livorno), 1947 (Milán), 1948 (Valentino Park) y 1980 (Imola).

Aunque ahí no termina su rico historial. Es además el tercer circuito permanente del mundo, solamente precedido por Brooklands, en Inglaterra (1907) e Indianápolis, en Estados Unidos (1909).

También conocido como “el templo de la velocidad” y “el paraíso de las chupadas”, Monza recibió a la naciente categoría máxima en 1950 con una longitud de 6.276 metros, pero entre 1955 y 1956 y de 1960 a 1961 se optó por su variante más veloz con curvones peraltados, cuya longitud era de 10.042 metros.

Desde 2000, la pista utilizada por la F1 tiene 5.793 metros, a recorrer 53 veces en sentido horario, lo que completa 306,720 kilómetros, con cuatro tramos veloces por vuelta y sólo dos curvas lentas sobre un total de 11 (siete a la derecha y cuatro a la izquierda). Con respecto a su versión original, la actual presenta tres significativos cambios que cortaron sus rapidísimas y largas rectas. La primera, llamada Goodyear, está en el tramo final del rectilíneo principal; la siguiente es la chicana Della Roggia; y la tercera, la “ese” Ascari.

Pese al agregado de esas variantes, Monza guarda sus principales características, por lo cual sigue siendo el más rápido de toda la temporada. Tanto es así que va con el acelerador a fondo durante el 74% del giro y en la qualy del año anterior se llegó a los 353,9 kilómetros por hora, la marca más veloz de 2014 en la sesión que determina el orden de salida.

Por esa razón, el dibujo italiano exige una buena velocidad punta y una baja carga aerodinámica. Y a raíz de esa escasa carga -que hace que se derrape más y se corra más riesgo de bloquear en las frenadas-, más las elevadas temperaturas alcanzadas en las largas rectas, Pirelli decidió suministrar a los equipos sus neumáticos medios (franja blanca) y blandos (franja amarilla).

En Monza también son importantes los frenos, ya que las chicanas de Rettifilio y de la Roggia están entre las mayores frenadas del año. Por ejemplo, para abordar la primera de esas curvas, se debe pasar de los 360 kph en la recta principal a aproximadamente 80 kph. La suspensión es otro aspecto a tener en cuenta porque con tal de arañar décimas de segundo y ser más rápidos, los pilotos no escatiman en abordar los pianos con bastante brusquedad.

El trazado italiano brinda varios lugares para adelantar, pero eso no significa que todos resulten sencillos. Para ese menester, por ejemplo, es fundamental salir muy bien parado de su tramo más famoso: la legendaria Parabólica, una rápida curva a la derecha de 180 grados -polémicamente asfaltada el año pasado en su sector escapatorio- que se toma en cuarta marcha y desemboca en la recta de boxes.

No casualmente, la primera de las dos zonas de detección del alerón trasero móvil (DRS) que facilita los sorpassos estará a la entrada de la Parabólica, para su activación en la extensa línea de meta. La segunda se situará en la variante Di Serraglio, en el rectilíneo posterior, cuyo punto de detección está entre las dos curvas Di Lesmo, justo antes de encarar la segunda (curva 7).

Las plusmarcas a batir datan todas de la época en que se corría con motores V10 atmosféricos de 3.000 centímetros cúbicos, La pole, de 2004, cuando Rubens Barrichello (Ferrari) marcó 1m 20s 089/1000, aunque en la preclasificación de ese año Juan Pablo Montoya (Williams-BMW) clavó 1m
19s 525/1000, a un promedio de 262.242 kph y una velocidad punta de 372.6 kph. La carrera más veloz fue la de 2003, con Michael Schumacher (Ferrari) ganador en 1h 14m 19s 838/1000; y el mejor récord de vuelta corresponde a 2004, año en que Barrichello giró en 1m 21s 046/1000.

Ya con los V6 turbo de 1.600 cc, en 2014 la qualy, la victoria y el mejor giro en carrera fueron para Lewis Hamilton (Mercedes) con 1m 24s 109/1000, 1h 19m 10s 236/1000 y 1m 28s 004/1000 en ese orden.


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