La dupla que tanto prometía a fines de 2014 con su regreso a las pistas en los últimos tres años, se terminó por romper este viernes en Singapur. Se confirmó la motorización de Renault a McLaren para las próximas tres temporadas y el paso de Honda a Toro Rosso, con Carlos Sainz Jr envuelto en el traspaso de mandos.

Tal como se preveía hace ya varios días, era cuestión de tiempo el anuncio oficial de la ruptura entre McLaren-Honda. La relación no tuvo los frutos esperados, y mucho menos los conseguidos en su primera etapa en Fórmula 1 a fines de los años '80 y principios de los '90.

A partir de 2018, McLaren tendrá motores Renault y Toro Rosso, que deja la marca francesa, incorporará las unidades de potencia Honda.

Carlos Sainz Jr, actual piloto de Toro Rosso, pasará a Renault como parte del trato, a préstamo, para la temporada 2018, con grandes posibilidades de dar el salto desde la próxima carrera en Malasia, lo que supondría el adiós de Jolyon Palmer del equipo francés.

El futuro no sabe qué le deparará a Red Bull, que aparece también en la mesa de negociación. Su débil relación con Renault y el objetivo de los franceses de querer ganar con su propia marca y motor, dejarían a Red Bull sin contrato de motores para 2019, teniendo que evaluar y potencialmente aceptar la chance de equiparse con Honda. Para esto, Toro Rosso ya habrá probado si la marca japonesa ha podido desarrollar o no su potencial en comparación a lo realizado en estas tres temporadas.

McLaren, de esta forma, iniciará la temporada 2018 con su décimo motor distinto a lo largo de su historia en la Fórmula 1, después de haber pasado por Mercedes, Ford Cosworth, Honda, TAG Porsche, Peugeot, BRM, Alfa Romeo, Ford y Serenissima.