Una postal de Bahrein

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Hace 10 años la F1 llegó a Bahrein. Descubrió un mundo nuevo que aún hospeda a la categoría, a pesar de la ausencia de 2011 por problemas políticos y sociales. Este emirato petrolero construyó un circuito de primer mundo, en el cual se realizan tests de pretemporada, además de la edición anual del Gran Premio. Por Sergio Núñez @F1SergioNez




Aunque la F1 visitó por primera vez tierra árabe en 1958 con motivo del único GP disputado en Marruecos, la “máxima” recién llegó a lo que hoy se denomina Oriente Medio en 2004. Más precisamente a Bahrein, un estado insular del Golfo Pérsico formado por la isla del mismo nombre, otras cinco más chicas y 29 islotes habitados por cerca de 1, 5 millones de habitantes, muchos de ellos, extranjeros.

Con sólo 691 km2 de superficie, Bahrein fue un protectorado británico hasta 1971, cuando declaró su independencia y empezó a transformarse en un rico emirato petrolero. La exportación del “oro negro” y sus derivados le proveen el 80 por ciento de sus divisas, pero también tiene importantes reservas de gas, fundición de aluminio y cementeras. El jefe de Estado es el emir, por lo que no hay partidos políticos ni elecciones, y la familia real (de la rama musulmana suní y dueña de la mayor parte de la economía del país) fue denunciada reiteradas veces por violaciones a los derechos humanos. Por esa razón, en 2011 comenzó una rebelión inspirada en la Primavera Arabe, particularmente entre los musulmanes chiíes, que son mayoría, por lo que ese año el GP fue suspendido.

El reino cuenta con viejas y numerosas fortificaciones, como el Qal’at al-Bahrain, designado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, su Museo Nacional posee objetos de la zona que tienen cerca de 9 mil años y el Museo Beit Al Quran preserva reliquias relacionadas al Corán. Otras de sus atracciones son las mezquitas, entre ellas Al Khamis (la más antigua de la región), Barbar y Saar. También merecen visitarse el parque Al Areen, un zoológico y centro de cobijo para animales en peligro de extinción, y la isla Hawar, popular por la observación de aves. El buceo, el esquí acuático y la equitación son  otras actividades a tener en cuenta.  

La capital es Manama, ubicada al nordeste de la isla principal y famosa en la región por su actividad financiera y centros comerciales. El circuito de Bahrein está a 30 kilómetros al sur de esta ciudad, en un oasis del desierto de Sakhir, donde es famoso el Shajarat-al-Hayat, un árbol de 400 años de edad que crece sin agua en los alrededores. Construido en 16 meses a un costo de 150 millones de dólares, el autódromo es un magnífico complejo para 70 mil espectadores sentados que combina diseños de avanzada con preciosas muestras de la típica arquitectura local, como la Sakhir Tower, y hasta detalles de oro en los baños de boxes.


Si bien en Bahrein el alcohol es legal, la inconfundible impronta de su GP también se evidencia en la ausencia de champaña en el podio y de las clásicas Pits Girls debido a cuestiones religioso-culturales.  


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