La F1 retoma su periplo europeo con el Gran Premio de Austria, que tiene sede en una típica aldea de los Alpes con idílicos paisajes naturales. Por Sergio Núñez @F1SergioNez

Este fin de semana, la F1 llega por segundo año consecutivo a Spielberg, un apacible poblado de la campiña austríaca donde los Alpes dan al paisaje una belleza de ensueño y la combinación de verde y silencio parece dominarlo todo. Un escenario poco usual para el presente de la categoría, cada vez más acostumbrada a las grandes metrópolis.

Para los lugareños, sin embargo, la policromía y el ruido que caracterizan al Gran Circo no son una novedad. De hecho, muy cerca de allí, en Zeltweg, tuvo lugar en 1964 el bautismal Gran Premio de Austria, que luego (primero entre 1970 y 1987, y después de 1997 a 2003) se trasladó a la mismísima villa de Spielberg, a un circuito originalmente llamado Osterreichring, luego A1 Ring y desde 2014 Red Bull Ring.

Eso, sin contar a los dos connacionales que fueron campeones mundiales de la especialidad: Jochen Rindt, el único en obtener el título -el de 1970- post mortem, y Niki Lauda, que se coronó en 1975, 1977 y 1984.

Spielberg, con sólo 5.200 habitantes, se encuentra en el corazón del valle de Mur, al suroeste del estado de Estiria y a 50 kilómetros al noroeste de su capital Graz, la segunda ciudad más populosa del país con algo más de 250 mil habitantes y donde se aloja al grueso de la F1. Viena, la refinada capital austríaca -1,6 millones de pobladores-, está a 200 kilómetros al sudoeste; y Salzburgo, cuna de Wolfgang Amadeus Mozart y del festival lírico más importante del mundo, se halla a la misma distancia, pero al sudeste.

La región, al ser de alta montaña, depara paisajes idílicos. Por citar sólo dos ejemplos, el Lago Verde en Tragoess y los casi desconocidos pasillos en el interior de la colina de Schlossberg, en Graz, utilizados para proteger a la población durante la Segunda Guerra Mundial.

Entre los principales atractivos de Spielberg figuran sus famosos vinos y la pesca de truchas en los abundantes riachos de montaña que hay en la zona. Además sobresale el senderismo entre los 800 y 2.700 metros sobre el nivel del mar durante todo el año; el mountain bike en verano, y en invierno, el esquí y el snowboard en pistas como 8 Murtal Ski Mountains - Turracher Höhe, Kreischberg, Lachtal, Grebenzen, Hohentauern, Frauenalpe, Präbichl y Gaal.

Aunque Spielberg posee poca hotelería, hay aldeanos que ofrecen un cuarto de sus sencillos pero acogedores hogares a cambio de unos 10 dólares diarios con desayuno incluido. No obstante eso, lo más habitual es acampar en las colinas próximas al trazado, hoy con capacidad para 80 mil espectadores.

En medio de ese inigualable marco natural también sobresalen los bosques de abetos y pinares, que se confunden con plantaciones de remolacha, calabazas y dorados maizales; y los huidizos ciervos, uno de los cuales fue atropellado por el McLaren-TAG Porsche turbo de Stefan Johansson en la primera clasificación del accidentado GP de 1987. Al día siguiente, su compañero Alain Prost perdió una rueda, retrasando la tanda por una hora. Y la carrera debió ser largada tres veces por las múltiples carambolas ocurridas en la angosta línea de partida, lo que terminó por alejar a la F1 por largos años.

Ahora, por suerte, Spielberg forma parte nuevamente de la “Máxima” con un circuito más seguro.