La FIA investigó a Mercedes por tener los neumáticos de sus dos vehículos con la presión más baja antes de la largada (0.3 psi Hamilton y 1.1 psi Rosberg). Esto está fuera de reglamento técnico y más allá de la seguridad establecida y recomendada por Pirelli.

Luego fueron liberados y la victoria se mantuvo. Se alegó que la presión varió por la temperatura de los neumáticos y algunos otros factores (hasta la desconexión de las fundas que calientan los neumáticos, por ejemplo).

En la carrera, Hamilton nunca perdió el ritmo y nunca lo hubiera hecho más allá de lo sucedido antes de la largada. Siempre dominó a gusto y cuando le pidieron que estirara diferencias lo hizo sin dudar. Para colmo el británico se benefició en el campeonato con el problema de motor de Rosberg, por lo que ahora tiene 53 puntos de ventaja (más de dos carreras) y le alcanzará con ser segundo en cada competencia de aquí a fin de año para ser campeón, por más que Rosberg gane todas.

Sebastian Vettel fue hasta donde pudo con la Ferrari, que no daba para más de un segundo lugar, e hizo festejar con todas las ganas al público en el podio. Los abucheos de años anteriores quedaron de lado y Seb se acercó a Rosberg en el campeonato.

Raikkonen largaba desde el 2º lugar, pero tuvo un pésimo arranque y quedó último antes de la primera curva. Con mucha voluntad y velocidad, Kimi recuperó hasta llegar al 5º lugar final.